Enfermedad Cardiovascular

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La Dieta Mediterránea se caracteriza por un alto consumo de aceite de oliva, frutas, frutos secos, verduras y cereales, un consumo moderado de pescado y aves de corral y una baja ingesta de productos lácteos, carnes rojas, carnes procesadas y dulces, además de vino en moderación consumido con las comidas. Desde los años 70 numerosos estudios epidemiológicos han observado el efecto beneficioso que la Dieta Mediterránea ejerce sobre el riesgo cardiovascular, postulándose esta dieta como el mejor modelo dietético que previene no sólo del riesgo de enfermedad cardiovascular sino también de otras enfermedades con gran incidencia en nuestra sociedad como son la diabetes, hipertensión, obesidad, síndrome metabólico y diversos cánceres entre otras. Estudios observacionales de cohortes y un estudio de prevención secundaria (Lyon Diet Heart Study) han demostrado una asociación inversa entre la adherencia a la dieta mediterránea y el riesgo cardiovascular.
El grupo de Nutrición trabaja en esta línea de investigación habiendo publicado un gran número de artículos (Serra-Majem et al., Nutr Rev 2006;64:27-47; Serra-Majem et al., Br J Nutr 2009;101:21-28) y participando como nodo reclutador en el estudio PREDIMED. El estudio PREDIMED (PREvención con DIeta MEDiterránea) es el primer estudio a gran escala realizado en España desde 2003 hasta 2012, en prevención primaria de la enfermedad cardiovascular con Dieta Mediterránea. Se trata de un ensayo multicéntrico en el que se asignó aleatoriamente a los participantes a una de tres dietas: una dieta mediterránea suplementada con aceite virgen extra de oliva, una dieta mediterránea suplementada con frutos secos o una dieta control (consejo para reducir la grasa dietética). En este ensayo, la dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva virgen extra o frutos secos dio como resultado una reducción del riesgo absoluto de aproximadamente 3 eventos cardiovasculares por 1.000 personas-año, con una reducción del riesgo relativo del 30% entre las personas de alto riesgo que estaban inicialmente libres de enfermedad cardiovascular. Para cualquier terapia, incluyendo el tratamiento con medicamentos, la magnitud de este beneficio es impresionante, por lo que tratándose de una intervención dietética, dichos resultados son verdaderamente notables y apoyan los beneficios de la dieta mediterránea para la reducción del riesgo cardiovascular. Este resultado concuerda con los de estudios observacionales, que han demostrado que las dietas mediterráneas y el aceite de oliva se asocian con un menor riesgo de accidente cerebrovascular.
En 2010, la UNESCO incluyó la dieta mediterránea en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial, y los resultados del estudio PREDIMED refuerzan el valor de la dieta mediterránea para la salud a nivel internacional.

  • Primary Prevention of Cardiovascular Disease with a Mediterranean Diet
    Ramón Estruch, Emilio Ros, Jordi Salas-Salvadó, Maria-Isabel Covas, Dolores Corella, Fernando Arós, Enrique Gómez-Gracia, Valentina Ruiz-Gutiérrez, Miquel Fiol, José Lapetra, Rosa Maria Lamuela-Raventos, Lluís Serra-Majem, Xavier Pintó, Josep Basora, Miguel Angel Muñoz, José V. Sorlí, José Alfredo Martínez, and Miguel Angel Martínez-González, for the PREDIMED Study Investigators.
    N Engl J Med 2013; 368:1279-1290.